Esto es lo que el aburrimiento provoca en la mente
A pesar de ser considerada una emoción desagradable, puede ser más o menos adaptativa y fomentar la capacidad de espera, la aceptación y la creatividad, dependiendo de la intensidad y de la duración
¿Te suena esa sensación que aparece cuando llevamos un tiempo en un atasco o en la fila de un supermercado? ¿O cuándo estás haciendo algo que no te interesa y estás falto de estímulos?
Se produce lo que definimos como aburrimiento, es decir, una mezcla de cansancio y fastidio cuando no nos encontramos rodeados de estímulos que nos mantengan entretenidos o nos motiven para que nos impliquemos en la actividad. Hace que todo lo vivamos con «más lentitud» y de forma monótona, además de provocar que busquemos constantemente nuevos estímulos para contrarrestarlo y evitarlo.
Esta búsqueda constante de estímulos, hace que cada vez busquemos más y más, como señala la psicóloga británica Sandi Mann, que lleva estudiando esta emoción durante más de 20 años; provocando que no nos quedemos satisfechos y estemos en un constante «círculo vicioso».
El aburrimiento, según lo recogido por el Diccionario de Psicología APA, es una emoción que se suele asociar con una sensación de tristeza, además de ser interpretada como una emoción desagradable de sentir. Se considera la emoción contrapuesta a la sorpresa y el interés.
A pesar de ser considerada una emoción desagradable, puede ser más o menos adaptativa, dependiendo de la intensidad y de lo que esta se alargue en el tiempo.
Si es un estado momentáneo y transitorio, nos encontramos ante un aburrimiento adaptativo, que nos permite fomentar ciertas capacidades, como la espera y la adaptación a distintas situaciones diarias; nos ayuda a fomentar la creatividad, provocando que se busquen nuevas estrategias o alternativas para escapar de la sensación que nos produce esta emoción; y nos permite realizar una mayor introspección.
Pero, a su vez, hay en algún otro momento en el que puede ser una emoción desadaptativa, ya que nos limita y se traduce en un alto nivel de insatisfacción personal, convirtiéndose en un problema crónico.
A lo largo de nuestra vida, todos hemos llegado a sentir una sensación de aburrimiento en alguna ocasión, ya que es considerado una experiencia universal. Aún así, podemos indicar que el aburrimiento varía dependiendo de la persona que la siente, no todos tenemos las mismas motivaciones o situaciones que nos pueden hacer estar alerta; otra de las situaciones que pueden hacer desencadenar la emoción pueden ser los diferentes estados de ánimo, los deseos desafiantes y las expectativas tan altas; además, de la falta de concentración.
Pero aún así, la psicóloga británica Mann, señala que el aburrimiento puede ser una reacción de protección, ante la cantidad de información y ruido que nos «ataca» constantemente.
Por lo que es una emoción necesaria en nuestra vida, y debemos intentar no querer deshacernos de ella al mínimo de sentirla.
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