Hallan en medio del Atlántico una gran 'masa de agua perdida' desde 1942

En 1942, los científicos encontraron en los océanos Pacífico e Índico enormes masas de agua que eran muy distintas de las que había alrededor. Conocidas como 'aguas ecuatoriales' estas gigantescas manchas, perfectamente distinguibles, se formaron como consecuencia de la mezcla de los cuerpos de agua que había al norte y al sur de ellas. Sin embargo, y a pesar de que se daban condiciones similares, nunca fue posible encontrar algo parecido en el Atlántico, algo que lleva décadas desconcertando a los científicos.

«Parecía sorprendente -asegura Viktor Zhurbas, físico y oceanógrafo del Instituto Shirshov de Oceanografía de Moscú y autor principal de un artículo aparecido en 'Geophysical Research Letters'-, que la masa de agua ecuatorial esté presente en los océanos Pacífico e Índico pero no esté en el océano Atlántico, porque la circulación ecuatorial y la mezcla en los tres océanos tienen características comunes«.

Ahora, Zhurbas y su equipo han conseguido encontrar esa cuerpo de agua perdido justo en medio del Atlántico. Se trata de una gigantesca masa de agua que se extiende desde la punta de Brasil hasta el Golfo de Guinea, cerca de África Occidental. Denominada Agua Ecuatorial del Atlántico, se forma a lo largo del ecuador cuando las corrientes oceánicas mezclan aguas separadas en el norte y el sur. «La nueva masa de agua identificada -afirma Zhurbas- nos ha permitido completar (o al menos describir con mayor precisión) el patrón fenomenológico de las masas de agua básicas del Océano Mundial».

Para localizar la 'masa de agua perdida' del Atlántico, los investigadores revisaron los datos recopilados por el programa Argo, una flota de instrumentos robóticos que flotan en las corrientes oceánicas de todo el mundo y se mueven, arriba y abajo, entre la superficie y el nivel medio del agua. Tras analizar los datos recopilados por este conjunto flotante de sensores, los investigadores detectaron una curva de temperatura-salinidad en la que nadie había reparado antes y que corría paralela a las curvas que marcan las aguas centrales del Atlántico Norte y del Atlántico Sur. Habían encontrado, por fin, el Agua Ecuatorial del Atlántico.

«Era fácil confundir el agua Ecuatorial del Atlántico con el agua central del Atlántico sur -explica Zhurbas- y para distinguirlas fue necesario disponer de una red muy densa de perfiles verticales de temperatura y salinidad que cubrieran todo el océano Atlántico».

Gracias al hallazgo de la masa de agua perdida, los científicos tendrán a partir de ahora una mejor comprensión de los procesos de mezcla del océano, que son vitales para el transporte de calor, oxígeno y nutrientes en todo el mundo.