J.K. Rowling contra el movimiento de identidad transgénero: «Es profundamente misógino, regresivo y peligroso»
La escritora británica publica un extracto del ensayo 'Las mujeres que no pueden guardar silencio' en 'The Times'
J.K. Rowling desafía la ley escocesa de delitos de odio contra la identidad transgénero: «Que me arresten»

Desde 2019, la escritora J. K. Rowling se ha visto envuelta en multitud de polémicas a causa de su postura contra la ideología de la identidad transgénero. «Nadie que haya vivido una ola de amenazas de muerte y violación le dirá que es divertido», explica en 'The Times', donde publica un extracto del ensayo 'Las mujeres que no pueden guardar silencio', en el que participan varias mujeres escocesas que han destacado en la protección de los derechos de las mujeres basados en el sexo.
«Llegué a creer que el movimiento sociopolítico que insistía en que 'las mujeres trans son mujeres' no era ni amable ni tolerante, sino profundamente misógino, regresivo, peligroso en algunos de sus objetivos y abiertamente autoritario en sus tácticas», incide en el texto. No obstante, la autora de Harry Potter decidió guardarse su opinión en público hasta que se sucedieron dos casos legales en el Reino Unido.
El primero fue el de Maya Forstater, una ejecutiva despedida después de que sus publicaciones en las redes sociales se consideraran transfóbicas por su empresa. Forstater la denunció por discriminación y perdió, aunque ganó la apelación. El segundo fue la ley aprobada por el gobierno escocés, encabezado por la entonces primera ministra Nicola Sturgeon, que reformaba el reconocimiento de género de forma que «una persona podría cambiar su género legal siempre que haya vivido en su 'género adquirido' durante tres meses y haya hecho una declaración legal de que tiene la intención de seguir haciéndolo».
Aunque niega ser transfóbica, las controversias suscitadas por sus posturas han empañado para algunos el aura que había alcanzado como escritora de origen modesto que gozó de éxito mundial, con más de 600 millones de libros vendidos con su mundo de magos. La autora se ha encontrado con una campaña de cancelación y llamadas al boicot, como en 2023 durante el lanzamiento de un videojuego inspirado en Harry Potter.
El actor Daniel Radcliffe, que interpretó a Harry Potter en la versión cinematográfica, fue uno de los que se desvinculó públicamente de ella. A principios de mayo, el actor dijo que su pelea con Rowling fue «realmente triste».
En su texto, la autora subraya que «las personas que habían trabajado conmigo se apresuraron a distanciarse de mí o a agregar su condena pública a mis puntos de vista blasfemos (aunque debo agregar que muchos colegas anteriores y actuales me han apoyado firmemente). En realidad, la condena de ciertas personas me sorprendió mucho menos que el hecho de que algunos de ellos me enviaran correos electrónicos o mensajes a través de terceros para comprobar que seguíamos siendo amigos».
«La cuestión es que quienes están horrorizados por mi posición a menudo no se dan cuenta de lo verdaderamente despreciable que encuentro la suya», responde. «Creo que estamos presenciando el mayor asalto de mi vida a los derechos que nuestras antepasadas pensaban que habían garantizado para todas las mujeres. Al final, hablé porque me habría sentido avergonzado por el resto de mis días si no lo hubiera hecho. Si me arrepiento de algo es de no haber hablado mucho antes.
Rowling acaparaba titulares a principios del mes pasado al desafiar la nueva ley escocesa que castiga la incitación al odio basada en la identidad transgénero que establece un nuevo delito con una posible pena de hasta siete años de prisión por incitar al odio por edad, discapacidad, religión, orientación sexual, identidad transgénero o intersexualidad, incluso en plataformas de redes sociales.
La ministra de Seguridad para las Víctimas y la Comunidad de Escocia, Siobhian Brown dijo que la Policía podría decidir si investigaba las expresiones de la autora. «Podría ser denunciada y podría ser investigada. Depende de la policía de Escocia decidir si es un delito o no», sostuvo.
Los agentes escoceses confirmaron que habían recibido quejas acerca de esas declaraciones de la escritora en las redes sociales, pero que no los habían considerado delictivos y no se iban a tomar medidas contra ella.
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