Alejandro Peñaranda: «Desde que te dicen que estás acartelado, tu cabeza se va a Madrid, y muchas noches te quita el sueño»
El conquense, que ya sabe lo que es triunfar en Madrid como novillero, busca refrendar de matador lo que ya venía mostrando con los utreros
Morante y Ortega subliman el toreo en Aranjuez

«De lo más interesante de la semana es la confirmación de Peñaranda», comentaban por los alrededores de Las Ventas este martes pasado. El aficionado ya se ha fijado en este chico de Cuenca que ya sabe lo que es triunfar en la Monumental: ... hace casi dos años se alzó como triunfador del certamen Cénate Las Ventas. Justo ganador en una disputada edición en la que la final fue con Jorge Molina, que viene destacando en la Copa Chenel. La pasada temporada cortó una oreja a un importante encierro de Fuente Ymbro en el que Jarocho salió a hombros y compartió cartel con Ismael Martín, que también confirmará en dos días. Todos estos chavales ya han tomado la alternativa, y muestran una más que ilusionante renovación del escalafón, si se les da paso.
De corte clásico y con un toreo poderoso, este año ya ha hecho el paseíllo (y triunfado) en un par de corridas, pero el centro de la temporada es el paso por la Monumental: «Desde que te dicen que vas a estar acartelado, tu cabeza, por muchos compromisos que tengas antes, se va siempre a Madrid, y muchas noches te quita el sueño». Quita el sueño, pero lo da, porque «también hay días que te levantas y que piensas en cosas positivas, en que todo se va a dar bien y que puede ser un día que cambie tu carrera para siempre».
Desde que tomara la alternativa en agosto, tampoco ha pasado mucho por el banquillo, y «quizás eso sea lo que me motive más de ir a Madrid: darlo todo para dejar una buena imagen y que la afición tenga ganas de volver e ir a verme». Eso ya lo consiguió. Pero ahora toca refrendarlo, y con el toro, que es un plus. También busca «ir creciendo, porque creo que tengo mucho más que dar, y poder torear en el máximo número de plazas y tener los máximos triunfos. Creo que eso es lo que busca todo torero, ¿no?».
Sabe lo que supone San Isidro, que «ya no es estar anunciado en la plaza más importante del mundo, sino hacerlo en la feria más importante del mundo», con la consabida máxima responsabilidad que supone, «porque sé que ahí no vale todo y que el aficionado de Madrid busca un torero que se entregue y que haga las cosas muy bien, y esa es la idea que llevo en la cabeza». Hará el paseíllo al lado de Escribano y Joselito Adame, «dos toreros con mucha raza y que no se van a dejar nada adentro. Entonces yo voy a intentar vaciarme y ganar la pelea». La corrida es de Lagunajanda, «me gusta esa ganadería, y he estado tentando estos días previos». Seguro que les ha cogido el punto a los toros de Vejer de la Frontera, y demostrará a Madrid su evolución y entrega que ya ha venido enseñando tarde a tarde.
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