SAN ISIDRO
Un Fandi adocenado frente a la ambición de Samuel Navalón
La descastada corrida de Mayalde también aguó las ilusiones del confirmante Ismael Martin
Ismael Martín, última confirmación de la Feria: «Voy a Madrid con hambre y quiero abrirme camino»
Cuando nacieron Ismael Martin y Samuel Navalón, El Fandi ya llevaba unos años dando la vuelta a España como matador de toros. Y hay grandes dudas sobre si los dos jóvenes serán capaces de abrirse paso en un escalafón copado por muchos toreros que ... parecen inamovibles. El Fandi, un cuarto de siglo desde que tomara la alternativa, pero el día anterior, entre Manzanares y Sebastián Castella casi sumaban medio siglo más como matadores de toros. Ha habido en este San Isidro toreros con capacidad para escalar peldaños. Ahí quedan Victor Hernández, Rafa Serna, Fortes… y otros, los dos noveles de esta tarde también, a quienes en otro tiempo una buena actuación en Madrid les abría puertas; ahora, con suerte, se les dará otra oportunidad en esta plaza.
Que el escalafón necesita relevo es un hecho, otra cosa es cómo. Papel para las empresas y también habría que ver la respuesta de los públicos si en las ferias no aparecieran los que ahora las mandan con exceso de temporadas a sus espaldas. El Fandi, por ejemplo, tuvo en Las Ventas una tarde en la que estuvo como ausente, sin un ápice de responsabilidad. Llegó, corrió, eso sí, banderilleó como por compromiso sin apenas lucimiento y se adocenó con la muleta. Qué más da que el segundo tuviera nobleza, lo paso por aquí y por allá y a otra cosa, si la temporada esta hecha de antemano.
En el polo opuesto los dos chavales que salieron a por todas, con mayor o menor suerte, ante una corrida en la que faltaron toros negros. Los seis castaños de Conde de Mayalde estuvieron plenos de mansedumbre, sin casta alguna, aunque con cierta nobleza en sus embestidas. Poca cosa, demasiado poco, pues la sensación fue de un conjunto deslucido en extremo. Un «petardo», resumió el propio ganadero sin paños calientes.
No fue un día de éxitos, con este ganado era difícil, pero si de demostrar lo que se lleva dentro, de la ambición por ser torero. Y ahí, Samuel Navalón se entregó sin límites ante sus dos enemigos. Valor sereno, pero también un buen concepto, unas formas de torero en sazón y con proyección. Se fue a recibir a los dos toros a portagayola, resolvió con el capote sin importarle la violencia de las embestidas y se hincó de rodillas en el comienzo de los muleteos.
Al tercero, de hinojos, lo llevó templado en una serie muy ligada. El astado lucía nobleza, pero a la vez sosería, y Navalón jugó con los tiempos y las distancias, y cuajó muletazos de mérito con una y otra mano. Muy firme al natural, asentado, y al final pasándose los pitones muy cerca. Como con el sexto, que le hizo pasar apuros con el capote y, otra vez se fue a los medios para comenzar la faena hincado de rodillas. Al toro había que poderle y Samuel le aguantó mucho con total disposición. Con buen aire al natural, y con ambición desbordada se pegó un arrimón a la desesperada que tuvo la reacción del público. Todo quedó en una ovación, tras un pinchazo y una estocada.
Confirmaba alternativa Ismael Martín, que venía con un doctorado de hace un año en Burgos, y que también puso toda la carne el asador. Torea variado con el capote, fácil con las banderillas y luce frescura con la muleta. A su primero lo toreó sin forzarlo, apurando la bondad para sobreponerse a la flojedad, y compuso una faena con recursos en la que se le vio muy despierto.
Se fue a la puerta de chiqueros a recibir al otro y volvió a estar vistoso con el capote cuando el toro ya comenzaba a apuntar su solemne mansedumbre. De rodillas lo recibió en terreno de toriles y sin darle la mínima opción el de Mayalde se echó, y ahí se acabaron las ilusiones de Ismael.
SAN ISIDRO
- Plaza de toros Monumental de Las Ventas. Viernes 6 de junio de 2025. Vigesimoquinta de feria. Tres cuartos de entrada. Se lidiaron toros de Conde de Mayalde, serios, mansos, descastados y flojos.
- David Fandila 'El Fandi', de azul y oro. Estocada (silencio). En el cuarto, media baja (silencio).
- Ismael Martín, que confirmaba la alternativa, de blanco y oro. Estocada (aplausos). El quinto se echa sin poder entrar a matar (silencio).
- Samuel Navalón, de rosa y oro. Estocada contraria (ovación). En el sexto, pinchazo, estocada y descabello. Aviso (ovación).
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