LAS VENTAS
Los seis se fueron con las orejas puestas
Alejandro Peñaranda dio una vuelta al ruedo con una corrida de Lagunajanda que dio opciones
Alejandro Peñaranda: «Desde que te dicen que estás acartelado, tu cabeza se va a Madrid, y muchas noches te quita el sueño»

Los seis toros de Lagunajanda merecieron mejor balance por parte de los toreros que los cinco silencios como cinco losas que sentenciaron las faenas de los cinco primeros toros. Solo el confirmante Alejandro Peñaranda arrancó ovaciones sinceras con el que cerró plaza, pero ... se tuvo que conformar con dar una vuelta al ruedo. La tarde estaba negada para los trofeos.
La corrida ofreció mucho más, tuvo movilidad, también mansedumbre en varas, y embistió con brío y prontitud. El más parado, el primero con su nobleza; el mejor, el segundo; el resto se dejaron, o un punto por arriba. Todo para una terna que no acabó de sobreponerse a sus enemigos, peor los veteranos. Faltó acople, apenas hubo conexión con los tendidos, y los seis de Lagunajanda se fueron con las orejas puestas al desolladero.
El joven Peñaranda lo tuvo cerca cuando la tarde ya anunciaba su final. El sexto, de impresionante arboladura, cumplió en varas y se movió desordenado y con poder en banderillas. Los doblones iniciales de la faena de muleta tuvieron buen aire con el toro desafiante. Demostró oficio para hacerse con el castaño, y tras alguna intermitencia la faena remontó por el pitón derecho en dos series ligadas y rotundas. Un cierre por ayudados por alto de buen sabor y una estocada pusieron la firma a una actuación sancionada por el público con una pañolada que se quedó corta. El trofeo no llegó, pero dejó lo mejor de un festejo que, en general, supo a poco. En el toro de la alternativa, noble que se paró pronto, resolvió.
Quien mejor lo tuvo fue Manuel Escribano con el segundo, un buen toro que descabalgó al picador y al que banderilleó fácil. No acabó de hacerse con la casta, sin ajuste y muy desigual en las series, que mejoraron cuando el astado fue perdiendo gas. Sin acabar de encontrarse el torero y aburrido el toro. En el cuarto, al que recibió a portagayola, anduvo con mayor decisión que brillantez.
Por su parte, el mexicano Joselito Adame pasó de puntillas sin hacer ruido. Ni bien ni mal, una actuación sin relieve sin especial lucimiento. Fácil, voluntarioso, pero ante dos toros con movilidad y pronto en sus arrancadas faltó algo más que lo que ofreció el veterano diestro.
SAN ISIDRO
- Monumental de Las Ventas. Miércoles 4 de junio de 2025. Vigesimotercera de feria. Tres cuartos de entrada. Se lidiaron toros de Lagunajanda con seriedad y movilidad. Destacó el buen segundo.
- Manuel Escribano, de verde y oro. Bajonazo y estocada tendida (silencio). En el cuarto, estocada trasera (silencio).
- Joselito Adame, de blanco y oro. Dos pinchazos, media y dos descabellos (silencio). En el quinto, estocada. Aviso (silencio).
- Alejandro Peñaranda, de blanco y oro, que confirmaba la alternativa. Media tendida y cuatro descabellos. Aviso (silencio). En el sexto, estocada (vuelta al ruedo tras petición).
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