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Fórmula 1 - gran premio de emilia romagna

Fernando Alonso, desesperado: «Soy el piloto con más mala suerte del mundo»

Peleaba con Mercedes y Williams, pero el coche de seguridad virtual impidió que entrara en los puntos

El escalofriante accidente con vuelta de campana de Tsunoda en Imola

Fernando Alonso se dirige a su monoplaza EP

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«Soy el piloto con la peor suerte del mundo», explotaba Fernando Alonso por radio durante los últimos giros al circuito de Imola. El asturiano veía cómo se le esfumaba la posibilidad de entrar en la zona de puntos por la estrategia escogida durante coche de seguridad virtual y el desgaste posterior de sus neumáticos en el tramo final de carrera, que le relegó a la undécima plaza cuando había demostrado tener el ritmo adecuado para acabar sexto o séptimo. El fin de semana había sido bueno y, de hecho, el sábado metió su Aston Martin en la Q3 para salir quinto en la parrilla de salida.

La mala suerte de Alonso comenzó a gestarse en la vuelta 29, cuando Esteban Ocon paró su Haas por una avería, lo que provocó un coche de seguridad virtual (una forma de neutralizar la carrera sin alterar las distancias) y abrió las puertas a las paradas sin penalización de tiempo. El piloto español decidió no entrar en boxes y aguantar con el neumático duro que ya había montado en la vuelta 13, pero todo se torció cuando la goma acumuló los 20 giros y no pudo evitar los adelantamientos de Carlos Sainz o Hulkenberg. «Esto va a ser una tortura. Va a ser un naufragio», soltó por la radio mientras pilotaba a 300 kilómetros por hora. El incidente de Antonelli en el tramo final y la salida del choche de seguridad alivió ligeramente su sufrimiento. Pudo montar neumáticos nuevos pero ya estaba muy lejos de los puestos de cabeza. Adelantó a Lawson, Gasly, Hulkenberg y se puso tras Tsunoda con posibilidad de usar el DRS pero no pudo adelantar al japonés y quedó undécimo, a las puertas de los puntos.

Tras pasar bajo la bandera a cuadros lamentó el desarrollo de la carrera y elogió el ritmo de su Aston Martin. «Había que aguantar la tortura hasta el final. Teníamos ritmo para estar sextos o séptimos. El coche ha ido muy bien, podíamos pasar a los Alpine, a los Sauber, a los Alpha Tauri... Estábamos más en la carrera de los Williams y los Mercedes, pero el 'virtual safety car' nos estropeó la carrera. No hemos podido tener más mala suerte. No hemos quedado P11 y P15 (posición final de Stroll, que partía octavo en parrilla) porque no tuviéramos el ritmo sino por una grandísima mala suerte. Hoy ha salido cruz. Todo el fin de semana hemos estado bien. Esperemos que los próximos grandes premios tengamos más suerte», explicaba cariacontecido.

Alonso no está teniendo demasiada fortuna esta temporada. En Australia se estrelló contra el muro tras pisar un montículo de grava desplazado por Gasly en la curva 6, impidiendo que acabara la carrera. En China tuvo que abandonar por un problema en los frenos de su AMR25. Y en Miami fue Lawson el que evitó que acabara quinto en la esprint tras un incidente en pista, aunque Alonso se quejó de la estrategia de su equipo, que no le hizo caso cuando pidió entrar a boxes para cambiar a gomas de seco.

La carrera en sí fue una nueva lección de Max Verstappen, que ganó de forma aplastante sobre McLaren, que equivocó su estrategia con las paradas. El neerlandés de Red Bull basó su éxito en una gran salida en la que adelantó a Oscar Piastri y en la suerte que tuvo con el coche de seguridad virtual, que le permitió cambiar ruedas sin penalización de tiempo y liderar la carrera a 20 segundos de Norris y medio minuto de Piastri. Estos dos últimos completaron el cajón. «La salida ha sido complicada. Estaba por el exterior y es complicado hacerlo por ahí, pero ha funcionado. El coche era bueno y pudimos cuidar los neumáticos», explicaba Max, que añadía: «El coche virtual fue bueno para poder parar. Pero en la resalida lo hemos administrado todo bastante bien». El Mundial lo sigue liderando Piastri (146 puntos), aunque este domingo ha cedido diez puntos con Verstappen (124) y tres con Norris (133).

Carlos Sainz acabó octavo, confirmando la recuperación de Williams, que batalló al nivel de los Ferrari (Albon acabó quinto tras adelantar en las últimas vueltas a Leclerc y quedarse cerca de Hamilton). El piloto madrileño también estaba molesto: «No era nunca el plan y por alguna razón que no acabo de entender muy bien paramos en la vuelta 12. Luego tuvimos mala suerte con el coche de seguridad. Estamos dejando escapar muchos puntos los domingos y empieza a ser un pelín frustrante».

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