«Esto se tenía que haber parado»: el lamento de las federaciones por el España-Euskadi de pelota
Los presidentes de las otros entes nacionales claman contra el torneo de Guernica y alertan del efecto contagio que puede darse en otros deportes
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Nada más ser reelegido para su sexto mandato al frente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco apeló a la unión del deporte español. «Nos enfrentamos a situaciones complejas, internas y externas, y somos un referente de cómo actuar». Lo dijo ante una asamblea general compuesta ... en su mayor parte por los presidentes de las federaciones deportivas españolas, que asisten estos días al grave conflicto de uno de sus miembros sin que se atisbe una solución cercana. La selección española de pelota participará la próxima semana en la Liga de Naciones de Guernica, un torneo en el que también competirá el País Vasco con una selección independiente y que les obligará a enfrentarse, al menos, en la categoría femenina. El sentir mayoritario de los presidentes es que nunca se tendría que haber llegado a este momento.
«Es un error que acuda una selección española. En estos asuntos no puede haber titubeos», explica a este periódico uno de los dirigentes más veteranos, que recuerda cómo él tuvo que enfrentarse a un escenario parecido en su deporte hace ya algunos años. En ese caso, explica, la diferencia estuvo en el apoyo institucional.
«El sentir del conjunto de las federaciones es de impotencia, y un poco de desamparo», reconoce otro presidente. «Partimos de una mala praxis por parte del organismo internacional que ha desembocado en un contexto muy preocupante. Si la decisión de admitir al País Vasco como miembro se hubiese tomado de otra forma el panorama sería distinto. Pero se hizo de forma injusta y la Federación de Pelota no ha recibido ningún respaldo por parte del CSD».
Los 65 presidentes conforman un ecosistema particular. Solo hay una mujer entre ellos (Elisa Aguilar, baloncesto), y todos lidian a diario con sus propias circunstancias. Pero en los asuntos políticos y estructurales conforman un bloque bastante unido y tienden a cerrar filas. El martes se reunieron en torno a la mesa de ADESP, la Asociación del Deporte Español, y admiten que el tema de la pelota fue uno de los puntos calientes. En ese encuentro estaba también Javier Conde, el presidente nacional de ese deporte, que escuchó reproches por no haber retirado al equipo nacional de la Liga de Naciones, pero también muestras de solidaridad por una crisis extremadamente complicada. De hecho, cuentan, fueron más los brazos por encima del hombro que las quejas. «Las presiones y amenazas que está sufriendo son intolerables», cuenta otro de los veteranos, comprensivo porque haya primado el deseo de los deportistas. «En circunstancias normales no habría ningún problema por no acudir a la competición. Pero estas no son circunstancias normales, ni la Federación Internacional de Pelota es un organismo fiable. Si los deportistas no acuden los van a sancionar, y les va a tocar ir otra vez a la Justicia».
En la reunión de ADESP se insistió en el papel jugado por el CSD en el conflicto. Aseguran que desde la FEP se les puso varias veces encima de la mesa la posibilidad de no suspender, pero sí retrasar la celebración del torneo hasta que el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS) resolviese sobre la validez de la polémica asamblea del pasado mes de diciembre en la que se aprobó la oficialidad del País Vasco. «Lo tenían en su mano, pero no han querido. De su parte ha habido falta de preparación, filtraciones y reuniones improvisadas. Llevan jugueteando con la Federación Española de pelota durante cuatro meses».
La solución no va a llegar pronto, porque el laudo del TAS, previsto en principio para junio, podría retrasarse para después de verano, incluso hasta bien entrado el otoño. Los recursos de la Federación Vasca están dilatando el proceso, por lo que en los próximos meses podría haber más competiciones afectadas. De momento, quienes ya sufren las consecuencias de la 'independencia vasca' son los Campeonatos de España de pelota. En los últimos días, numerosos equipos vascos se están retirando de todas las disciplinas ante la amenaza de no poder jugar en el futuro bajo la bandera del País Vasco.
«Sabiendo lo que va a pasar en Guernica, porque todo el mundo lo sabe, España no debería participar», remata uno de los expresidentes que fue distinguido por el COE por sus servicios en favor del movimiento olímpico, refiriéndose a la presumible exaltación independentista que se vivirá en la Liga de Naciones. «Esto se tendría que haber parado. La gente del deporte español estamos a favor de otra cosa, pero tenemos al principal órgano de este país, que es el CSD, que no nos apoya».
El temor a que este conflicto se extienda a otros deportes es relativo. Entienden que crea un precedente peligroso, pero inciden en el carácter tan particular de la pelota. «No hay miedo entre las federaciones», subraya otro de los responsables federativos, en este caso de una disciplina olímpica. «Creo que sí algún día ocurre de una forma legal y correcta será porque haya pasado algo en el funcionamiento interno de España como país. En el caso de los olímpicos está muy claro que la representación internacional solo puede ser del país. Eso está muy regulado y muy respaldado».
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