Rueda defiende que el exconsejero denunciado por agresión sexual no dimitiera hasta ser imputado
El presidente de la Xunta explica que conoció en febrero la denuncia contra él por una presunta agresión sexual
«Hicimos lo que teníamos que hacer, con el primer pronunciamiento judicial hemos actuado en consecuencia»
La oposición reprocha a la Xunta que «ocultase» la denuncia

Los tiempos de la justicia no son los de la política, y este jueves el debate giraba sobre el momento más adecuado en el que el ya exconselleiro do Mar Alfonso Villares debería haberse echado a un lado tras ser denunciado por una presunta agresión sexual. El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, supo en febrero de la existencia de esa denuncia, pero defiende que Villares no haya dimitido hasta que ahora se ha consumado su imputación: «En cuanto ha habido el primer pronunciamiento judicial, hemos actuado en consecuencia. Hemos hecho lo que teníamos que hacer».
Lo dijo en una atención a los periodistas antes de presidir en Santiago de Compostela la toma de posesión de Marta Villaverde como nueva conselleira do Mar, en sustitución de Villares. El ya exconselleiro también acudió al traspaso de cartera, apenas 14 horas después de una rueda de prensa de urgencia en la que anunciaba que renunciaba a su cargo en la Xunta para defender en los juzgados su inocencia. La denuncia la interpuso, por una presunta agresión sexual, la presentadora de televisión Paloma Lago, con quien Villares mantenía una relación sentimental. Los hechos habrían sucedido el pasado mes de diciembre.
El presidente de la Xunta hizo ante la prensa una breve cronología del proceso. Explicó que fue en febrero cuando su entonces conselleiro le comunicó que había recibido una llamada de la comisaría de la Policía Nacional de Ferrol para conminarle a «prestar declaración voluntariamente» tras la denuncia presentada por la periodista.
El que era responsable de la cartera marítima de la Administración gallega aceptó acudir en febrero a comisaría: «Me comenta que es por una denuncia por unos hechos que habían acaecido un par de meses antes», detalló Rueda. Ante esto, el presidente le pidió que le «mantuviera informado» de «cualquier novedad» sobre el caso. Villares le hizo entonces «un pequeño resumen», es decir, especificó que la denuncia era por una supuesta agresión sexual.
Perdida de aforamiento
Rueda pidió entonces a Villares que le mantuviera al tanto, y el exconselleiro cumplió. Porque no hubo movimiento procesal alguno hasta que el pasado viernes el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) se puso en contacto con la Administración autonómica para confirmar el aforamiento de Villares, un trámite procesal obligatorio en estos casos. La causa había recaído en un juzgado de Ferrol, pero por el aforamiento de Villares obligaba su derivación al tribunal superior gallego para poder investigarlo.
La Xunta supo entonces que las cosas iban a precipitarse. Y fue este mismo miércoles cuando el TSXG notificó a Villares que estaba investigado. Lo ha certificado este jueves Rueda ante la prensa: «Me comunica entonces que recibe la notificación con la imputación». Y es entonces cuando Villares renunció a su cargo. Lo hizo para ser «enjuiciado por un juzgado ordinario», destacó Rueda. Es decir, sin privilegios, pues al decaer su aforamiento la causa contra él volverá al juzgado ferrolano.
La oposición, pero también la prensa, insistió a Rueda en cuestionar por qué la dimisión se ha producido ahora, con su imputación, y no cuando en febrero se le notificó la denuncia. «Tenemos que esperar a lo que diga un juzgado, imagínense que simplemente lo que han hecho es imputarlo para que pueda declarar con un abogado». Y Rueda aprovechó también para distanciarse del modo de proceder de la oposición en otras latitudes: «Contrariamente a lo que estamos viendo estos días, no me escucharán ustedes criticar a los jueces, lo que pido es la mayor celeridad posible».
En la toma de posesión de la nueva conselleira do Mar, Rueda y Villares se abrazaron, como amigos que son. Y el presidente de la Xunta aprovechó el acto para dedicar a su ya exconselleiro unas palabras de agradecimiento: «Le llamé hace dos años para una tarea difícil. No lo dudó, al igual que la nueva conselleira, y quiero darle las gracias, insisto, por el magnífico trabajo que estaba realizando».
Apoyo de su sucesora
Un reconocimiento público a Villares al que se sumó su sucesora: «Espero que pronto se haga justicia. Le honra el paso que dio de dimitir para defenderse como cualquier otro ciudadano y que un asunto de su ámbito personal no afecte a la labor de la Consellería do Mar, de la Xunta de Galicia y de las instituciones en general».
Villaverde agradeció a su antecesor la confianza que mostró en ella eligiéndola, en su momento, para asumir la gestión de Desenvolvemento Pesqueiro, que dirigió hasta que este jueves ha tomado posesión como conselleira do Mar. Ahora será ella la encargada de sucederle en la defensa de los intereses del sector marítimo-pesquero gallego en Europa.
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