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Día Mundial del Acogimiento Familiar

Aitana (16 años): «Ser hermana de acogida es crecer sabiendo que el amor puede sanar»

Un total de 18.000 niños y adolescentes siguen esperando una familia en nuestro país, de ellos, más de 1.200 son menores de seis años

Madre de acogida de seis bebés en dos años: «Todos los niños tutelados llegan con una gran mochila a sus espaldas»

ASEAF
Carlota Fominaya

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«Si alguien me pregunta qué significa ser hermana de acogida, le diría que es crecer sabiendo que el amor puede sanar, aunque puede que no lo cure todo. Pero puedo decir que la acogida ha sido lo mejor que me ha pasado en la vida, pero siempre me ha parecido durísimo despedirme de los niños que han pasado por mi hogar». Como los menores que pasaron por el hogar de Araceli (16 años), un total de 18.000 niños y adolescentes siguen esperando una familia en nuestro país. De ellos, más de 1.200 son menores de seis años. Así se denunció ayer durante la I Jornada Parlamentaria 'Por el derecho a crecer en familia' organizada por la Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF), con motivo del Día Mundial del Acogimiento Familiar, que se celebra hoy 30 de mayo.

A la cita, que tuvo lugar en la sala Constitucional del Congreso de los Diputados, acudieron menores ex tutelados, familias de acogida, periodistas y psicólogos expertos en acogimiento familiar, además de tres grupos parlamentarios (PP, PSOE Y VOX), tras declinar la invitación el resto de partidos por «problemas de agenda».

Todos los asistentes contribuyeron con sus experiencias a poner luz en el acogimiento familiar, un sistema que facilita una vida en hogar para los menores que atraviesan por situaciones muy complicadas, y que en España deja, según el último Boletín de datos estadísticos de medidas de protección a la infancia del Ministerio de Juventud e Infancia, a casi 52.000 niños que crecen bajo la tutela de la Administración pública de los cuales un total de 594 son bebés de 0 a 3 años que viven en residencias, y 606 de 4 a 6 años en esta misma situación.

«Las asociaciones observamos con preocupación cómo esta medida de protección va disminuyendo paulatinamente frente al acogimiento residencial, y eso no es tolerable en nuestra sociedad», ha subrayado Pedro Sáez, presidente de la Asociación Estatal de Familias de Acogida (ASEAF) quien, con este encuentro, pretende poner el foco en una medida de protección a la infancia que sigue siendo «una gran desconocida».

En este rango de edad (0-6) es «especialmente delicado crecer tutelado», ha corroborado Helena Escalada, directora general de Aseaf, quien recuerda el compromiso alcanzado por el Gobierno y las comunidades autónomas, por el cual se establecía que los menores de tres años «deberán acceder a un acogimiento familiar y que para aquellos menores de seis se priorizará el ser acogidos en el seno de una familia». «Han pasado diez años desde que nuestro país aprobó la ley del Sistema de Protección y apenas ha habido avances en este sentido«, insiste Escalada, quien a su vez ha recordado que «el derecho a crecer en familia es un derecho reconocido en la Convención sobre los Derechos del Niño de la ONU y por el propio Defensor del Pueblo».

Los emotivos testimonios se han sucedido durante todo el acto, en el que ha destacado la historia de Nayma Fernández, de 26 años, que fue acogida por sus abuelos y ahora es madre acogedora de su hermano. Esta jóven reconoció que «todos los años iba a la estación, donde esperaba el tren que le iba a devolver a su madre, y los trenes pasaban, y pasaban… y ella no aparecía nunca«. Hasta que se dió cuenta de que eran sus abuelos quienes siempre estaban ahí «sosteniéndome, contándome cuentos y de esta forma, poniendo tiritas emocionales».

Fernández también ha reflejado cómo «a los 18 años sientes que el sistema te suelta de la mano justo cuando más necesitas que te la agarre. Porque a ver qué joven a esa edad puede sostenerse solo». Ella ha reconocido que tuvo la suerte de criarse con su familia extensa con la que siempre ha podido contar pero eso no es así «en la mayoría de las ocasiones». Seguidamente ha tomado la palabra Mamadou Ka, un senegalés que llegó a España cuando tenía apenas 16 años y que hoy ejerce de electricista y quiere llevar «la electricidad a mi pueblo, a casa de mis padres en Senegal». Hasta allí viajará próximamente con su familia de acogida.

Tanto Fernández como Ka son dos claros caso de éxito en el sistema de protección en el que, tal y como ha explicado el psicólogo y terapeuta de familia Javier Múgica, «los niños reciben la atención que necesitan en un entorno familiar estable, que favorece el desarrollo físico, emocional y hasta cognitivo de los menores. Porque hay cosas como la autoestima, que se empiezan a desarrollar ahí». Por su parte, María Ferrándiz, abogada y asesora jurídica de ASEAF, ha pedido a los legisladores que modifiquen la ley para que ningún niño o niña se vea obligar a ir transitando de familia en familia pudiendo evitarse: «hay que velar por el interés superior del menor».

La tercera mesa, con el título «Por qué decidí acoger», estaba formada por el senador y padre de acogida, Gonzalo Robles, quien ha asegurado que él no buscó el acogimiento, «si no que el acogimiento vino a mí tras hacer un voluntariado mi hija» y ha señalado que ha sido «la mejor decisión» de su vida. Robles ha estado acompañado por Cristina Calderón, una madre que ha acogido a seis bebés desde que hace dos años decidió embarcarse «en esta aventura» de la cual no se arrepiente, porque fue como «despertar a una situación invisible y desconocida»: «cuando un niño llega a tu casa con miedo en los ojos, pero meses después se ríe a carcajadas, sabes que estás haciendo lo correcto».

La cuarta mesa ha contado con la directora de la Fundación Soñar Despierto, Marta Cuesta, quien ha destacado el trabajo que llevan a cabo con los adolescentes que cumplen 18 años en los centros y ese mismo día se ven obligados a abandonarlos sin una red de apoyo: «Ningún niño debería cumplir la mayoría de edad sin haber sentido previamente que pertenece a un hogar». Seguidamente, ha tomado la palabra la periodista del área de Familia del diario ABC, Carlota Fominaya, quien ha puesto de relieve la gran responsabilidad que tienen los medios a la hora de informar sobre los menores tutelados: «Debemos escribir con rigor y dejando a un lado el sensacionalismo porque informar sobre acogida familiar no es solo una labor periodística, es un compromiso ético, social y humano. Nuestra manera de contar puede marcar la diferencia entre una sociedad que ignora esta medida o una sociedad que la entiende, la valora y se involucra».

La directora de cine, Juana Macías, ha contado, por su parte, por qué decidió rodar una película basada en hechos reales sobre tres chicas tuteladas que se ven atrapadas en una red de prostitución: «Al principio pensé que era un caso aislado, pero poco a poco descubrí que era una realidad muy común en el sistema de protección y por eso quise visibilizarla». Por último, la periodista de RNE, Samanta Villar, ha pedido a los parlamentarios presentes en la sala que «tomen nota de esta jornada» y les ha pedido que escuchen a las familias de acogida: «solo quieren sentirse amparadas».

La quinta y última mesa ha estado compuesta por la diputada del PP, Cristina Abades; el diputado socialista, Javier Rodríguez; y la diputada de Vox, Rocío de Meer, quienes han expuesto sus medidas a favor del acogimiento familiar y han mostrado discrepancias respecto a la Ley de Familias. El encuentro ha sido clausurado por el secretario de Estado del Ministerio de Juventud e Infancia, Rubén Pérez.

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