Critican a Carlos III por el abandono de Park House, la casa donde nació y creció Diana de Gales: «¡Es una falta de respeto!»
El deterioro del inmueble histórico ha despertado críticas vecinales hacia el monarca, a quien acusan de invertir en proyectos turísticos mientras ignora el valor simbólico del legado de Lady Di
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Ola de críticas contra Carlos III por el deplorable estado de Park House, la casa en la que nació y se crio Diana de Gales, ubicada en la finca de Sandringham, en Norfolk. Los vecinos de la zona se han quejado por el abandono de la mansión y señalan directamente al monarca como el responsable del crítico estado en la que se encuentra: tejado hundido, cristales rotos, machas de humedad y un jardín invadido por malas hierbas.
«¡Es una falta de respeto! Esta casa debería restaurarse para que volviese a ser como era originalmente», declaró una camarera local a 'The Mirror'. Su reclamo se suma a la de otros residentes del área, quienes lamentan profundamente el deterioro de Park House y cuestionan las prioridades de Carlos III.
La propiedad, que durante más de 30 años fue gestionada por la organización benéfica Leonard Cheshire Disability como hotel accesible para personas con discapacidad, lleva vacía desde mayo de 2021. La pandemia del COVID-19 y el aumento de los costes de mantenimiento obligaron a cerrar sus puertas y desde entonces ha permanecido sin uso alguno. Un terapeuta ocupacional retirado, que trabajó en el centro, explicó al citado medio: «Era maravilloso, por eso es aún más triste [que se haya permitido su deterioro]. Todo era precioso, con el equipamiento nuevo. Había incluso lista de espera».
Lady Di nació el 1 de julio de 1961 en esta casa de estilo victoriano, construida en el siglo XIX y alquilada en su día por su padre, John Spencer, a la Familia Real británica. Diana vivió allí hasta los 14 años, compartiendo juegos en sus jardines con sus hermanos y con los propios hijos de la Reina Isabel II, entre ellos el entonces Príncipe Carlos, con quien años más tarde contraería matrimonio. Para muchos, Park House representa no solo el comienzo de la vida de la Princesa de Gales, sino también los cimientos de una historia que marcó a toda una generación.

«Te rompe el corazón ver u oír hablar sobre cómo ha quedado la casa», confesó Selina Raines, vecina del cercano pueblo de Snettisham a 'The Mirror'. «No se ve desde la carretera, así que muy pocos saben de verdad el estado en el que está. Porque si la gente lo supiera, se quedarían sin palabras. Es que muy, muy triste».
Más allá del deterioro estructural, los vecinos acusan a Carlos III de invertir en otros proyectos dentro de la misma finca mientras Park House sigue sumida en el olvido. En junio del año pasado, el monarca aprobó la apertura de un 'glamping' de lujo que ocupa diez hectáreas con tiendas safari, camping para caravanas y otras instalaciones modernas. «El Rey Carlos tiene dinero para invertir en su camping, pero no en la casa donde Diana creció», reprochó otro vecino al medio británico.

La crítica va más allá de la estética o del patrimonio arquitectónico. Muchos residentes consideran que no se está respetando el legado emocional de Diana, cuya figura sigue siendo admirada en todo el mundo. «Es muy triste», repiten una y otra vez quienes vivieron de cerca su infancia o participaron, décadas después, en el funcionamiento de la casa como residencia de descanso para personas mayores.
A todo ello se suma la comparación inevitable con Sandringham House, mantenida con esmero y a tan solo medio kilómetro de Park House. «Todo el encanto del pasado ha desaparecido», lamentan quienes aún recuerdan la belleza original de la casa, hoy envuelta en silencio, abandono e indiferencia institucional.
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