Rutte desoye a España y propone que los países de la OTAN destinen un 5% del PIB al gasto en defensa
Propone que los aliados dediquen el 3,5% a inversión militar «pura» y reserven un 1,5% en gastos relativos al Ejército, mientras el Gobierno insiste en no superar el 2%
España mantiene la negativa al 5% en defensa y espera un acuerdo antes de la Cumbre de la Haya

El Gobierno de Pedro Sánchez tendrá que decidir entre mantener su posición de no querer pasar del 2% del PIB de gastos militares o arriesgarse a provocar un conflicto con el presidente norteamericano Donald Trump, que está empeñado en que todos los miembros de la ... OTAN lleguen al 5%. La ministra de Defensa, Margarita Robles, les dijo este jueves a sus colegas de los otros 31 países aliados que por ahora se compromete a aumentar las capacidades militares dentro del plan acordado en la organización, pero sin fijar un porcentaje concreto de gasto que es un método que el Gobierno español no acepta.
Robles aseguró al margen de la reunión de ministros de Defensa en Bruselas que no quería hablar de porcentajes, sino de capacidades y que «España va a cumplir su objetivo [en materia de aumento de capacidades, material y municiones, según lo acordado en la OTAN] y consideramos que lo podemos cumplir con el 2%, que es suficiente». La ministra también dijo ser consciente de que hay una corriente muy amplia en la organización a favor de asumir el 5% tal como propone el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, pero eso no va a cambiar su percepción. «Entendemos que hay otros países que quieran incrementarlo al 5%, son muy sensibles a los países que tienen frontera con Rusia. En el momento actual entendemos que España sí va a cumplir con el objetivo del 2% y vamos a asumir nuestros compromisos» afirmó.
Rutte ha puesto sobre la mesa una fórmula según la cual los países se han de comprometer a gastar un 3,5% en armamento y material propiamente militar y pueden atribuir el 1,5% restante a gastos relacionados con la defensa, aunque no sean plenamente militares y de acuerdo con una definición que aún se ha de pactar. Según algunas versiones, esta división del gasto sería precisamente la fórmula para poder contentar al mismo tiempo a Estados Unidos, que insiste en que todos los países han de llegar al 5% de gastos, y la de los países más reticentes como España, que podrían aprovecharse de este margen de flexibilidad.
En todo caso, el objetivo de la cumbre de la OTAN que se celebrará en La Haya el 24 y el 25 de junio es precisamente aprobar el 5% y esta ha sido la última reunión para preparar el acuerdo, ya que en la OTAN todas las decisiones han de ser acordadas por consenso, es decir, con el acuerdo de todos los aliados.
Para Estados Unidos la cuestión es más que clara. El secretario norteamericano de Defensa Pete Hegseth lo explicó este jueves claramente en la reunión de ministros: «Teniendo en cuenta que el 2% era el objetivo que el presidente Trump estableció en su primer mandato, ahora ha dicho que otros países necesitan soportar también la carga, pagar la parte justa, y mucha gente pensó que eso era imposible, que no podría suceder, y aquí estamos: los países están superando el 2% y pensamos muy cerca, casi consenso, con un compromiso del 5% para la OTAN. Hay algunos países que aún no están allí. No nombraré ninguno porque es una discusión entre aliados y los llevaremos allí. Pero desde Francia hasta Alemania y el Báltico y los países nórdicos, Polonia, Grecia, Hungría, con tantos más, el compromiso está allí el 5% en el gasto de defensa. Cuando consideramos las amenazas que enfrentamos, la urgencia es crítica».
«Desde Francia hasta Alemania,el Báltico o los países nórdicos, el compromiso está allí el 5% en el gasto de defensa»
Pete Hegseth
Secretario de Defensa de EE.UU.
Después, en la rueda de prensa final, cuando le preguntaron a Rutte si el 5% era un objetivo para todos los países, el secretario general confirmó que así es, «incluyendo por supuesto a Estados Unidos». Aunque haya países que han advertido que tendrán dificultades financieras para llegar a este objetivo, la corriente mayoritaria entre los aliados es favorable a este refuerzo urgente de la capacidad militar, sobre todo de los países europeos, incluso con más premura que el propio Trump.
Objetivo en siete años
Rutte ha propuesto alcanzar el objetivo del 5% para 2032, una fecha que algunos países de Europa del Este consideran demasiado alejada pero que otros ven como demasiado rápido, teniendo en cuenta que los niveles actuales de producción y producción militar industrial están prácticamente copados por la fabricación del material que se envía como ayuda a Ucrania.
El ministro de Defensa Estonia, Hanno Pevkur, dijo que para cumplir con los objetivos de capacidad, «necesitamos acordar el 5% en cinco años; no tenemos tiempo para esperar diez años, no tenemos tiempo ni siquiera para hacerlo en siete años» si se quiere ir más rápido que lo que está yendo la Rusia de Putin en su política de rearme generalizado. Suecia que se acaba de incorporar a la OTAN y ha abandonado una larga política de neutralidad precisamente por la amenaza rusa, también le gustaría ver que la OTAN alcanza el 5 % en gasto de defensa en 2030, según explicó a su llegada el ministro de Defensa Pal Jonson.
Rutte explicó que el objetivo es que los países se comprometan a llegar al 5% y además a presentar planes anuales de expansión presupuestaria para alcanzar cuanto antes al porcentaje acordado. No se prevé que los aliados acepten cambiar la definición de lo que se considera gasto de defensa, que se mantendrá bajo las mismas reglas que se han aplicado hasta ahora.
Quedaría definir el gasto «relacionado con la defensa», que podría incluir ciberseguridad y protección de ciertos tipos de infraestructura, campo en el que los países van a tener un mayor margen de maniobra para decidir lo que incluyen o lo que no, pero que tampoco se puede alejar mucho de los estándares manejados por la mayoría.
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