Una irlandesa se muda a España con su familia y opina sobre la calidad de vida en nuestro país: «Vivir aquí nos ha dado...»

La calidad de vida que existe en España es uno de sus principales atractivos para todos los visitantes que llegan aquí, ya sea por unos días de turismo o para instalarse con una nueva vida. El buen clima, un territorio plagado de playas y montañas de ensueño pero también ricas y vivas ciudades, bajos precios y sociedad abierta y amigable es un perfecto 'combo' para que una mudanza sea bien vista.

Así, en múltiples países, como el Reino Unido o Irlanda, sus ciudadanos suspiran con pasar épocas aquí. Ahora una familia irlandesa, los Laurie, son noticia allí tras haber contado en el prestigioso 'The Sun' su experiencia tras haberse instalado, hace ocho años, en España. El matrimonio dejó sus respectivos trabajos e hizo las maletas, junto a sus dos hijos, para empezar un proyecto profesional que les ha llevado a la casa de sus sueños y a una vida de película.

«El coste del cuidado de los niños a pasado de 1.700 a 170 libras» (de unos 2.000 a 200), destacan ellos, que no se esconden en asegurar que «ahora somos más ricos y nuestra casa tiene una piscina enorme». Sandra y su marido Warner enseñan así que han pasado de una unifamiliar en una región campestre famosa por el cuidado de caballos a una soleada villa con piscina privada y vistas al mar.

Los Laurie vieron claro en 2016 que la Costa del Sol tenía que ser su nuevo hogar después de unas vacaciones allí. «Habíamos conocido a otras familias que ya vivían en la Costa del Sol, y su estilo de vida relajado y al aire libre con los niños nos hizo darnos cuenta de lo que nos perdíamos», rememora la madre de familia, teniendo claro que en ese momento, en el avión de vuelta a casa, vieron que era «ahora o nunca».

De su anterior vida, Sandra recuerda que «a pesar de nuestros buenos salarios, el coste de vida en Irlanda nos dificultaba muchísimo la vida». Según cuenta el 'The Sun' como ejemplo, destinaban a Oliver y Abi, sus hijos, el triple del dinero que ahora destinan a la hipoteca. «Era de solo 600 euros mensuales, pero el cuidado de los niños costaba la asombrosa cantidad de 1.857 euros al mes», detalla.

«Básicamente, trabajábamos para pagar la crianza de nuestros hijos por parte de otra persona», lamenta la madre, que recuerda que además su hijo tiene asma grave y tenían muchos gastos médicos que a menudo les llevaban a tener que «elegir entre la medicación o las facturas». «Estábamos agotados y no teníamos tiempo para estar en pareja ni para la familia, y vivíamos en un ciclo constante de estrés», sentencia.

Con el dinero ganado con la venta de su casa, unos 50.000 euros, la pareja se mudó aquí y en 2018 empezó un negocio inmobiliario en España que nada tenía que ver con sus anteriores empleos. Las ayudas escolares les fueron muy bien. «La diferencia [en nuestro estilo de vida] fue inmediata y drástica». «Las cuotas de la guardería pueden estar muy subvencionadas o ser gratuitas, la escuela primaria es gratuita y comienza a los tres años, y el cuidado extraescolar está muy subvencionado para los padres que trabajan», destaca ella.

Más allá de esto, Sandra, que también trabaja como 'coach', destaca que el resto de gasto diarios también son distintos al de su vida en Irlanda. Pueden comer fuera porque es asequible, tomar un café por menos de 2 euros es posible y el buen tiempo les permite realizar actividades al aire libre gratuitas. Ella destaca que «pasamos de vivir al día a finalmente poder ahorrar y disfrutar de la vida en familia».

«En España todo gira en torno a la familia, así que no solo nos beneficiamos económicamente», puntualiza ella, destacando que aquí siempre se suele socializar en familia o que sus hijos saben hablar con fluidez varios idiomas. «Ha sido increíble [para ellos]. Pasan más tiempo al aire libre, practican deportes y se han adaptado de maravilla», destaca, al tiempo que agradece que la vida aquí sea más «tranquila y segura».

Sandra también destaca que «España nos dio la oportunidad de construir un negocio y una vida mejor» y que está segura de que en Irlanda no habrían podido hacerlo. Por todo ello tiene claro, y también teniendo en cuenta cómo ha subido el precio de la vivienda en su país natal, que «no planeamos regresar jamás. España nos ha adoptado y realmente se siente como en casa».

«Vivir en el extranjero, especialmente en España, nos ha dado algo que nunca tuvimos en Irlanda: tiempo. Tiempo para disfrutar de la vida, criar a nuestros hijos, crear un negocio y prosperar, no solo sobrevivir», destaca ella en declaraciones a 'The Sun', antes de sentenciar que «estamos agradecidos cada día por la vida que hemos creado aquí y es un privilegio disfrutarla».