José Luis Sanz paga las últimas facturas que dejó el PSOE de Sevilla de las Setas o los carriles bici
El Pleno aprueba liquidar más de 76 millones de una deuda que casi dos décadas después seguía sin cancelarse y que corresponde al préstamo que pidió el gobierno de Sánchez Monteseirín en el año 2008
El Ayuntamiento de Sevilla aprueba una reducción del 54% de la deuda municipal

Casi dos décadas después, el gobierno de José Luis Sanz terminará de pagar las últimas facturas que dejó pendientes el PSOE sobre proyectos tan relevantes como las Setas de la Encarnación, el tranvía o la construcción del carril bici. El Pleno extraordinario que ... se celebró ayer aprobó –con el voto del PP y la abstención de la oposición– el destino de más de 129 millones del remanente de tesorería para la amortización del 54% de la deuda pendiente de la ciudad. Un expediente en el que destacaban por encima del resto los más de 76 millones de euros correspondientes a la cancelación de préstamo que solicitó en su día el gobierno del socialista Alfredo Sánchez Monteseirín para así sostener una operación de refinanciación del pasivo municipal, que tenía lastradas las cuentas hasta tal punto que había serios problemas para abonar las nóminas de los trabajadores locales.
En concreto, el Pleno del Ayuntamiento de Sevilla celebrado en julio de 2008 aprobó la suscripción de un préstamo con Banco Bilbao Argentaria (BBVA), Banco de Crédito Local (BCL) y Dexia Sabadell para refinanciar la deuda existente, por importe de más de 306 millones. Aquella propuesta salió adelante con el apoyo del PSOE y de IU, que en aquellos momentos formaban un tándem en el ejecutivo que fue responsable de proyectos que cambiaron el urbanismo de la ciudad pero que dejaron mermadas las cuentas del Consistorio. El socialista Alfonso Rodríguez Gómez de Celis fue el portavoz que defendió la propuesta, contando con el apoyo de los ediles que lideraba Torrijos y del propio gobierno del que formaba parte Fue en una época en la que, además, la capital hispalense había afrontado la compra del cuadro «Santa Rufina» de Velázquez en una subasta. Todo ello dejó la economía local sin apenas operatividad.
El 22 de diciembre de 2010, el Ayuntamiento de Sevilla suscribió con el BBVA y Dexia Sabadell (BCL fue absorbido por el BBVA) un contrato de novación del préstamo firmado en 2008 por los más de 272 millones pendientes de devolución. En el mismo se modificaban determinados términos y condiciones del préstamo original, entre ellos la inclusión de la carencia de capital hasta el 23 de enero de 2012, además de la modificación de la determinación de los períodos de interés y la extensión del vencimiento final del contrato en 24 meses, hasta el 23 de julio de 2030. Aquella operación de crédito se suscribió con un interés 'fuera de mercado' y muy beneficioso para las entidades bancarias, pues se fijó en un 8%. Ayer, tras casi 17 años desde que se firmó esta operación, el gobierno de José Luis Sanz logró sacar adelante su propuesta para liquidar los 76 millones que todavía restaban por pagar gracias al uso del superávit del presupuesto de 2024 y los remanentes de la tesorería para gastos generales.
Hasta siete préstamos
La cifra pendiente de este préstamo se engloba en un paquete total de 129,9 millones de euros que autorizó abonar el Pleno de ayer y que corresponden a un total de siete operaciones financieras pendientes de resolver con varias entidades bancarias. Con ello, el Ayuntamiento de Sevilla ha logrado que se reduzca en más de un 54 por ciento la deuda total que mantenía desde hace casi dos décadas, parte de ellas perteneciente a este préstamos del año 2008 y a otros suscritos en ejercicios más actuales como los de 2021, 2022 y 2023. Una ingeniería contable que ha sido posible por la aplicación del superávit de 2024 y del remanente de tesorería para gastos generales y que en total asciende a los 179 millones. «Esta cantidad pone de manifiesto la salud financiera que tenemos, gracias a una más que notable gestión del presupuesto por parte de este gobierno», dijo Juan Bueno.
Pero la oposición, y especialmente el PSOE, fue muy crítica con esta propuesta del ejecutivo municipal. En este sentido, la edil socialista Sonia Gaya acusó a la Delegación de Hacienda de no ejecutar «más de 60 millones en bienes y servicios y más de 90 millones en inversiones». Es decir, «consiguen amortizar deuda porque no gastan y ahora pretenden que seamos cómplices de su mala gestión y su soberbia». Ni una palabra, eso sí, sobre los 76 millones que el gobierno de su partido dejó pendientes de aquel préstamo de 2008. Y eso que el propio Bueno se lo recordó: «Es de 2008, señora Gaya, y entonces no gestionaba el PP», aseguró. Al final, el delegado logró sacar adelante su propuesta, como también una inyección de 10 millones de euros en Lipasam y de 1,3 millones para obras en Fibes, a pesar de que los socialistas votaron en contra de ambas.
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