patrimonio
La devoción a San Antonio de Padua, a través de pinturas e imágenes
Posiblemente, sea uno de los santos más representados a nivel mundial y en Sevilla, Murillo lo pintó para los capuchinos y para la Catedral y existen tallas que van desde el siglo XVII al XX
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San Antonio de Padua es uno de los grandes santos de la Iglesia católica, de los más representados a nivel mundial y Sevilla no podía quedarse atrás a la hora de tener cuadros o tallas nacido en Lisboa y que murió en la ciudad italiana. ... En la semana de su festividad, es interesante recordar que hay pinturas de Murillo, imágenes de los Ribas o esculturas atribuidas a Roldán repartidas por templos y conventos convirtiendo a este monje en un 'imprescindible' de las iglesias hispalenses.
Dos de las representaciones más icónicas son la que hizo Bartolomé Esteban Murillo para la Catedral de Sevilla y la que realizó para los altares del convento de capuchinos. En la primera, a San Antonio se le aparece el Niño Jesús en una 'gloria' que emerge del cielo. Puede verse en esta pintura en una capilla que se encuentra a pocos metros de la puerta del Bautismo del primer templo metropolitano.
La segunda pintura se halla en el museo de Bellas Artes y en la misma, se le ve junto al Niño Jesús de nuevo creando un 'icono' que se ha repetido en otros formatos y que es uno de los cuadros más conocidos del artista hispalense junto con 'La Piedad' o 'Santa Justa y Rufina'.
Con respecto a las esculturas, existe la que sale en procesión cada 13 de junio desde el convento de San Antonio de Padua y que ha sido restaurada hace poco tiempo por Carmen Bahima. Sigue el esquema de la representación junto al Niño Jesús, es un tamaño académico, sale en un templete dorado y no se sabe su autor aunque se sitúa por parte de los investigadores en el siglo XVII. En el altar mayor del templo, hay otra imagen del círculo de los Ribas que está en el segundo cuerpo y que no se puede contemplar cerca debido a la altura a la que se encuentra. Sí se adivina que es una talla de grandes dimensiones y de cuerpo completo.

Siguiendo con la ruta para conocer más San Antonio de Padua en las iglesias de Sevilla, está el de la parroquia de Omnium Sanctorum que llegó al templo durante la reconstrucción de los años 30 tras los ataques de 1936, el de San Ildefonso a los pies de la nave del Evangelio o el que existe en el sotocoro de San Antonio Abad, sede de la hermandad del Silencio.
También, en una vitrina en Santa Rosalía, está otra imagen de gran calidad que se puede ver a la altura de los ojos mientras que en Santa Inés existe otro que tiene hasta su novena que le preparan las franciscanas. El marco temporal en que se realizan la gran mayoría de estas imágenes se centra en los siglos XVII y XVIII donde múltiples imagineros y talleres recibieron encargos provenientes sobre todo de conventos para tener la iconografía del santo lisboeta.

Por ejemplo, en Santa María de Jesús tiene su retablo en un lateral de la iglesia y los historiadores apuntan que se trataría de una obra del círculo de Roldán mientras que el que se venera en la iglesia del Santo Ángel podría ser de Hita de Castillo del siglo XVIII. En San Isidoro, se conserva otra imagen de San Antonio de Padua que sería según las investigaciones de Pedro Duque Cornejo.
Ya en el siglo XX, se repiten en numerosos templos imágenes de serie de Olot pero también hay otras como la del titular de la hermandad de Torreblanca, la cual es una obra de José María Gamero Viñau y que protagoniza otra procesión en torno al día de este santo tan querido en la Iglesia.
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