Alejandro Blanco se moja en el escándalo de la pelota vasca: «Solo puede haber una federación por país»

-Después de 20 años, el miércoles recibió el apoyo masivo de todo el deporte español (157 votos a favor y 8 abstenciones). ¿Cuál es el secreto?

-Esa pregunta es muy difícil. Yo creo que no hay ningún secreto. Al final todo es trabajo y que la gente confíe en ti. El miércoles fue un día muy importante para mí, para esta causa, para el deporte español. En un mundo como el deporte, que representa a 60 federaciones, una de las asambleas más grandes y diversas del movimiento olímpico, sentir ese respaldo es significativo. Esa unión es lo que me produce satisfacción.

-Muchos presidentes alababan esa capacidad de querer continuar hasta 2028. ¿Cómo lo vive?

-Agradezco mucho sus palabras y su apoyo. Esta decisión no fue personal, fue algo que hablé con mucha gente y el consenso fue unánime: debía continuar. La energía me la dan ellos. En el deporte, si no estás dispuesto a trabajar 24 horas al día, 7 días a la semana, 12 meses al año, mejor dejarlo. No hay reposo, cada día es una aventura. El deporte es probablemente lo más vivo que tiene un país, y ellos, los que me apoyan, me dan la fuerza para seguir defendiendo al deporte español desde esta presidencia.

-Entre las novedades de la nueva asamblea está la inclusión de Rafa Nadal. ¿Qué espera que aporte?

-Rafa es una de las grandes figuras de la historia de España. El día del acto que hicimos aquí, donde todos los deportistas le demostraron su cariño y admiración, le pedí que estuviese con nosotros como miembro. ¿Qué aporta? Todo. Es un referente absoluto en el deporte y en la sociedad. Cada opinión suya, su forma de ver y entender el deporte, es valiosa. Que haya decidido estar con nosotros es un motivo de alegría. Hoy en el Comité Olímpico tenemos a Rafa, a Pau Gasol, a David Cal, a García Bragado, a Beitia... Desde que llegué, he querido que hubiera más deportistas en la asamblea. Son la razón por la que estoy aquí. Tener a los mejores es un lujo.

-Durante el balance que hizo en la asamblea mencionó el homenaje a Nadal en Roland Garros. ¿Se perdió la oportunidad en España de hacer algo similar?

-Rafa ha hecho unas declaraciones importantes en Roland Garros. Él quería que el homenaje fuese ese, discreto. Aceptó el reconocimiento en el COE por la relación que tenemos, y se lo agradezco profundamente. Rafa, si quiere, debe tener un gran homenaje en España, pero no solo del deporte, sino de toda la sociedad. Es un icono global. En los Juegos Olímpicos es al que más persiguen los deportistas de todas las nacionalidades.

-Solo una mujer entre los 65 presidentes de federaciones nacionales. ¿Es admisible?

-Ese es uno de los grandes retos del futuro. Aquí hacemos cursos extraordinarios y el nivel de las mujeres en el deporte es altísimo: secretarias generales, gerentes, responsables jurídicas, técnicas, entrenadoras... Solo falta el siguiente paso: que digan «quiero ser presidenta». El deporte español necesita presidentas. Esto es como cuando se igualaron las oportunidades en el deporte femenino: se disparó. Lo mismo pasará en las federaciones. Estoy convencido de que en la próxima generación habrá muchas presidentas.

-Pero se ha ido hacia atrás...

-Sí. En el ciclo anterior tuvimos presidentas excelentes en remo y salvamento y socorrismo. Han sido pocas, pero muy valiosas. Por eso hay que incentivar que cada vez haya más.

-Dentro de unos días habrá un España-Euskadi en pelota vasca. ¿Cómo se ha llegado a eso?

-Esa competición tiene más expectación que relevancia real. Se enmarca dentro del pacto de gobierno entre el Ejecutivo y el PNV. Hay competiciones en las que pueden participar selecciones vascas, pero para ello debe dar el visto bueno el Consejo Superior de Deportes. En este caso, no ha sido reconocida. Es más expectación que realidad. No es una competición oficial. En el mundo del deporte, bajo la Carta Olímpica y los estatutos de las federaciones internacionales, solo puede haber una federación por país. O para ser más exactos, por Estado independiente reconocido internacionalmente. Y ese no es el caso aquí. La decisión de permitir esta participación está recurrida ante el TAS. Hasta que no sepamos qué dice el tribunal, no sabremos si es válida o no. Pero ya adelanto que esto no es bueno ni para el deporte español ni para el internacional. Si cambian las normas, se podrá hablar. Hoy, no.

-¿Qué pinta entonces España en ese torneo?

-Es una decisión que tomó la Federación Española. Creo que están en un momento de incertidumbre, porque la situación es ambigua. La decisión de la federación internacional se tomó en una asamblea donde el punto no estaba en el orden del día y durante la votación expulsaron al representante de España. Solo votaron siete federaciones. ¿Una decisión de esa magnitud tomada por siete? Es muy cuestionable.

-¿Qué opinan los presidentes de federaciones?

-Todos están de acuerdo en que esto no es bueno para el deporte. Genera inestabilidad, incertidumbre, y los perjudicados son los deportistas.

-¿Se le podría exigir más al CSD?

-Está haciendo lo que debe: esperar la decisión del TAS. Si tuviéramos una resolución, se podría actuar. Como no la hay, hay que esperar. Creo que están acertados en su posición.

-De 0 a 10, ¿qué opciones le da a España para organizar unos Juegos Olímpicos de aquí a 2040?

-Esa es la pregunta del millón. Te pediría que me la hagas después del 23 de junio. Hasta Tokio 2020, los Juegos se adjudicaban mediante votación en la Asamblea del COI. Nosotros fuimos la candidatura más votada en 2013, pero perdimos. Luego, en 2014, se aprobó el modelo que nosotros defendíamos. Desde entonces, el sistema cambió. Ahora no se elige igual. El COI puede iniciar un diálogo con un país interesado. Pero el 23 de junio entra la nueva presidencia del COI, y no sabemos si mantendrán este sistema o volverán al anterior. Sea cual sea, España no puede renunciar a organizar unos Juegos, especialmente Madrid. Tenemos nivel deportivo, organizativo y un gran apoyo popular. En 2013, el 95 % de la población apoyaba la candidatura. El COI le debe unos Juegos a Madrid.

-¿Es posible presentar una candidatura con partidos de distinto signo político al frente de las distintas instituciones implicadas?

-Si el proyecto va por encima de los partidos, sí. Barcelona 92 fue un éxito para la ciudad, para Cataluña y para España. Cambió nuestra imagen. Organizar unos Juegos es lo mejor que puede hacer un país para mejorar su imagen. Confío en que, si hay un proyecto claro, los partidos se pondrán de acuerdo.

-¿Pasó factura internacional lo ocurrido con la candidatura fallida de los Juegos de Invierno de 2030?

-Ahí hubo una ruptura puntual. El Gobierno de España y el de Cataluña apoyaban el proyecto. El de Aragón también, inicialmente. Luego, uno de ellos se echó atrás. Fue una decisión personal que perjudicó un proyecto que estaba bien encaminado. Pero fue una experiencia que mereció la pena recorrer, aunque el resultado no fuese el esperado.

-Hablando de Juegos de Invierno, es posible que dentro de un año España logre una segunda medalla de oro más de 50 años después. ¿Se valora eso como se merece?

-Claro que se valora. La Federación de Deportes de Invierno, la de Hielo y ahora también la de Montaña están haciendo un trabajo extraordinario. Vamos a los Juegos con más opciones que nunca. Ojalá no salga solo una medalla, sino más. El nivel de los deportistas crece cada vez más. Puede que haya menos participación que en los Juegos de Verano, pero en cuanto a posibilidades reales, vamos en alza. Las federaciones están trabajando muy bien y se nota.

-Otro gran debate: el modelo deportivo del país. Hace poco el CSD adoptó como propio al Consejo Asesor del Deporte para comenzar a definirlo. ¿Por qué no estaba el COE en esa foto?

-Nosotros llevamos tiempo trabajando en un modelo, más que de organización, de visión. ¿Qué queremos del deporte español a largo plazo? ¿Cómo queremos que sea dentro de 30 años? En base a eso, trazamos un camino. Creamos una comisión que ha recogido opiniones de todos los estamentos: deportistas, entrenadores, clubes, federaciones, ayuntamientos, comunidades autónomas, empresas, medios... Queremos hacer una presentación de ese modelo. Y contamos con el apoyo del CSD. No estuvimos en esa reunión concreta porque era un trabajo ya hecho. Y lo aplaudo. No hay verdades absolutas, y cuanto más se escuche, mejor será la solución. Espero que haya debate y que se lleguen a soluciones. Cualquier evolución es necesaria y será positiva. Cuando veamos el deporte como un todo y entendamos la importancia que tiene, podemos hablar de un nuevo modelo.

-Habló en la asamblea de repensar el retorno que reciben las empresas que se involucran con el deporte.

-Cada día hay más competiciones y es imposible que el dinero público llegue a todo. El modelo ideal es una combinación de inversión pública y privada. Hoy hay muchas empresas dispuestas a colaborar con el deporte, pero falta estructura. Debemos regular cómo pueden obtener retorno, tanto económico como social. En algunos países, el material deportivo, los libros de deporte o la ropa tienen un IVA reducido. Hay que darle al deporte el trato que merece.

-¿Qué se puede esperar de la etapa de Coventry al frente del COI?

-Lo importante es esperar al 23 de junio y escuchar qué piensa el Comité Olímpico Internacional sobre su futuro. A partir de ahí, darle todo nuestro apoyo. Venimos de un periodo excepcional con Thomas Bach y ahora veremos qué propone Kirsty. El COI es el gran paraguas del deporte mundial, de las federaciones internacionales y de los comités nacionales. Le daremos todo nuestro respaldo. Estoy convencido de que será una gran etapa.

-¿Cuántos deportistas se han adherido al programa de reserva de plazas en el ejército?

-Ese acuerdo era una demanda constante de los deportistas. Es una gran oportunidad para quienes quieran seguir ese camino. Ahora mismo se han cubierto 16 de las 50 plazas. En el primer periodo hay tres meses de formación intensiva. Durante ese tiempo pueden entrenar, pero no al mismo nivel. Por eso en algunos deportes, con calendario muy denso, no ha sido fácil incorporarse. Confiamos en que en el segundo periodo se apunte mucha más gente. Tres meses no son nada en la vida de un deportista si eso les asegura el futuro, durante y después de la competición. Lo están entendiendo bien. Estamos estudiando acuerdos similares con la Policía Nacional y la Guardia Civil. Que nuestros deportistas puedan integrarse en los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado es bueno para ellos y también para la imagen de estas instituciones.

-¿Cuál ha sido su momento más difícil en estos 20 años?

-Sin duda, el Covid. Fue durísimo a nivel mundial. Más de 3.000 millones de personas confinadas. En el deporte, la incertidumbre era total: no sabíamos si se celebrarían los Juegos de Tokio. Para mí, han sido los momentos más difíciles que he vivido.

-¿Y el más satisfactorio?

-Cada día. Disfruto cada jornada, cada entrevista, cada reunión con deportistas, cada gestión. Si no eres capaz de disfrutar el día a día, no vives el deporte en plenitud. Para mí, cada minuto cuenta.

-¿Más allá de 2029 querrá seguir?

-Acabo de ser reelegido. Vamos paso a paso. Veremos qué trae el tiempo.

-¿Qué legado quiere dejar?

-Lograr que esta casa sea la de todos los deportistas. Si cuidamos a la persona, el deportista puede rendir al máximo. Ese ha sido mi empeño desde el principio.