Dos investigados por envenenar a un milano real en una finca plagada de tóxicos en Hornillos de Eresma (Valladolid)
El ave había nacido en un nido en Nordrhein-Wesfalen (Alemania) y tenía un sistema de radiomarcaje dentro de un proyecto europeo de protección de la especie
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La Guardia Civil de Valladolid investiga a dos varones, vecinos de Matapozuelos, por la muerte de, al menos, un ejemplar de milano real, especie considerada en peligro de extinción. El ave había nacido en Nordrhein-Wesfalen (Alemania), estaba siendo seguida por radiomarcaje dentro de un proyecto europeo, y su señal se perdió en una finca preparada con veneno y trampas para eliminar posibles depredadores de caza.
En concreto, el terreno donde se perdió la señal, en Hornillos de Eresma, estaba destinado a la gestión cinegética, para incrementar la población de liebres y otras especies cinegéticas. Se determinó que la intención era eliminar a los depredadores naturales que podrían afectar la disponibilidad de piezas de caza.
Los hechos se remontan al 5 de diciembre, cuando la Sociedad Española de Ornitología (SEO) alertó a los agentes medioambientales de que se había perdido la señal de un milano con radiomarcaje. La última ubicación registrada del ave no coincidía con su paradero, pero sí se halló un posible cebo envenenado en la zona. En una inspección conjunta entre la Guardia Civil y los agentes medioambientales, se encontraron pruebas que indicaban un grave delito contra la fauna, como cebos envenenados, trampas de caza prohibidas y roedores intoxicados.
Potente veneno
Según destaca la Benemérita, el cebo contenía Aldicarb, que es el principio activo del fitosanitario de nombre comercial Temik, producto con actividad insecticida, acaricida y nematicida, utilizado durante muchos años -hasta su prohibición en el año 2003- para combatir plagas agrícolas. El Aldicarb es el compuesto más empleado en España para envenenar fauna silvestre y bastan 18 mg para que una persona de 70 kilos sufra toxicidad aguda o la muerte si no es tratado a tiempo.
Por su uso no autorizado se considera que estas personas podrían haber incurrido en un delito que implica una pena de prisión de seis meses a dos años o multa de ocho a 24 meses y, en todo caso, inhabilitación especial para profesión u oficio e inhabilitación especial para el ejercicio del derecho de cazar por tiempo de dos a cuatro años. La pena se impondrá en su mitad superior si se trata de especies o subespecies en peligro de extinción.
Se considera que las dos personas autoras de los hechos habrían cometido un delito de los relativos a la protección de la flora, fauna, por, sin estar legalmente autorizados, emplear para la caza, medios y artes destructivas o no selectivas para la fauna, por la colocación de cebos envenenados y artes prohibidas de caza (cepos y jaula trampa con cebo vivo), en el término municipal de Hornillos de Eresma, así como de la muerte del milano, con el ánimo todo ello de controlar a los depredadores naturales de las piezas consideradas como cinegéticas existentes en el lugar.
Las diligencias instruidas han sido puestas a disposición del Juzgado 1ª Instancia e Instrucción de Guardia de Medina del Campo (Valladolid), así como de la Fiscalía Delegada de Medio Ambiente de la Audiencia Provincial de Valladolid.
Proyecto de recuperación
El milano real desaparecido en Hornillos de Eresma había sido marcado como pollo en su nido en Nordrhein-Westfalen (Alemania) el 17 de junio de 2024, dentro del proyecto Life Eurokite (2029-2027). Se le colocó un transmisor, valorado en aproximadamente 750 euros, a lo que se suma el coste de instalación del dispositivo, que oscila entre 3.000 y 3.500 euros.
En total, el seguimiento de este ejemplar supone una inversión de entre 10.000 y 15.000 euros, sin contar aún la valoración del propio animal, la cual será determinada por los técnicos del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
El animal estuvo moviéndose de manera regular y constante, pero el día 30 de noviembre de 2024 (hora de la última señal recibida) ya quedó estático, por lo que los agentes medioambientales acudieron a ese punto con el objeto de recuperar la rapaz. El animal no se encontraba, pero fue coincidente con el lugar donde se localizó uno de los cebos impregnado en Aldicarb, el principio activo de un fitosanitario que se ha utilizado durante muchos años, hasta su prohibición en el año 2003, para combatir plagas agrícolas.
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