Las Arpías, operadoras de drones listas para vengarse de Rusia

Aunque la guerra ahora luce diferente. Las ingeniosas innovaciones de los defensores ucranianos, que están definiendo los conflictos en el presente siglo, surgieron de la necesidad de resistir a un enemigo con más armas y más hombres. Daria, cuyo nombre de guerra es DSHK es testigo directo de esta evolución. «Nos hemos alejado de la Unión Soviética y esto es muy importante. Además, estamos experimentando un avance tecnológico tan grande que nos ayudará a salvar vidas», explica.

El futuro de Daria, asegura, estará siempre unido al Ejército. Su carrera militar comenzó con las extenuantes pruebas físicas para ser miembro de las Fuerzas Especiales. «Teníamos que caminar 17 hasta kilómetros en invierno con un equipo que pesaba 37 kilos. Fue duro físicamente, no solo para mí, sino también para los chicos. Pero estaba preparada para ello», apunta la militar. Esta unidad, que pertenece a la 9 Brigada de las Fuerzas de Sistemas no Tripulados, destaca no sólo porque la mayoría de sus miembros son mujeres bajo el mando de una militar, también el nombre elegido: «Arpías».

Daria confiesa ser una apasionada de los videojuegos. Característica que une a muchos de los pilotos de drones de las fuerzas ucranianas. La inspiración del nombre vino precisamente de ahí. «Soy 'gamer' y uno de mis juegos favoritos es Heroes of Might and Magic donde se podían ver unas aves mitológicas realmente geniales: las arpías. Mujeres con alas que bajo órdenes de Neptuno se llevaron a quienes mataron a sus familias», explica la oficial ucraniana. Uno de los lemas de las Arpías, además de la defensa del Estado y de sus propias familias, es la búsqueda de venganza contra los males desatados por Rusia en Ucrania. «En la unidad hay mujeres que lo han perdido todo. Su hogar ahora es la cama en la que duermen. Así que la venganza es un punto importante», añade.

Los operadores de drones realizan tareas fundamentales: observan, vigilan y golpean mientras están en el punto de mira de las fuerzas invasoras. Parte de estos militares tienen que trabajar en aéreas muy complicadas del frente. «El enemigo está constantemente buscando las posiciones de los pilotos y ese es precisamente el peligro. Y no escatiman esfuerzos para ello», resalta la soldado.

El manejo de estos aparatos ha acaparado la atención y se perfila como uno de los destinos más populares, especialmente entre los más jóvenes soldado, hombres y mujeres. El curso básico dura poco más de un mes. Pero no sólo es necesario saber manejar los «pájaros», señala Daria, también hay que adquirir conocimiento relacionados, por ejemplo, con los sistemas anti drones y toda esta novísima tecnología. Estar realmente preparado para luchar en el frente requerirá al menos tres meses, ya que el mínimo error puede delatar la ubicación de los pilotos y serán blanco de las tropas rusas, resume la oficial ucraniana.

Ucrania ha elevado el rol de los drones a una de sus doctrinas de combate fundamentales. Estos sistemas han logrado salvar la diferencia numérica existente en materia de armamento pesado entre los contendientes. Gracias a su empleo masivo, Kiev logró reducir su dependencia de armamento más costoso. Las cuentas son claras: con los drones de visión remota (o FPV, por sus siglas en inglés) de 400 euros la unidad se pueden destruir tanques de casi dos millones. El Royal United Services Institute, un centro de estudios con sede en el Reino Unido, ha determinado a principios de este año que entre el 60% y 70% de los daños sufridos en los equipos militares rusos han sido provocados por drones.

Las posibilidades que ofrecen los vehículos aéreos no tripulados por tierra mar y aire han sido tenidas muy en cuenta por las autoridades del país en guerra. Por este motivo, el 6 de febrero de 2024, el presidente Volodímir Zelenski autorizó la creación de las Fuerzas de Sistemas No Tripulados. Y así Ucrania se convirtió en el primer país del mundo con una rama militar separada. Una decisión que apuntaló el florecimiento de una industria nacional pujante. «La capacidad de la industria de defensa nacional en 2025 asciende a aproximadamente 4,5 millones de drones FPV», afirmó Hlib Kanevsky, director del Departamento de Política de Adquisiciones del Ministerio de Defensa.

Sin embargo, varios oficiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania han asegurado a la BBC que a día de hoy hay escasez de este tipo de vehículos aéreos no tripulados en el frente. Los militares ucranianos hablan de un descenso de la calidad y la cantidad de los aparatos entregados. La falta de drones FPV impide el mantenimiento de la «zona de muerte: un territorio de 10-15 km de profundidad en la línea del frente que frena los avances rusos», afirman los entrevistados.

Ucrania ha destinado entre 2024 y 2025 más de 2.300 millones de euros para la adquirir drones a empresas locales. Se calcula que unas 600 compañías operan en este sector generando más de 300.000 empleos. Unos números que superan a la producción conjunta de estos aparatos en toda la Unión Europea. El abanico de posibilidades de estas tecnologías ha desatado una carrera por las innovaciones entre ambos bandos. Valeri Zaluzhni, excomandante y jefe de las Fuerzas Armadas, ha sentenciado que «el campo de batalla moderno se ha convertido en una zona de combate entre enjambres de drones. Quien domine el cielo con drones, dominará el conflicto».

Las innovaciones son especialmente importantes para los encargados de volar los aparatos letales. «Siempre hay que estar al tanto de las nuevas tecnologías y cualquier mejora. Y sobre todo no compartirlas en internet. Por ejemplo, durante un mes hacemos algo genial, pero entonces el enemigo logra esquivarlo y buscamos algo diferente», explica el sargento Daria mientras sostiene dos drones entre las manos.

Una muestra exitosa que combinó ingenio y nuevas tecnologías fue la Operación Telaraña contra los bombarderos estratégicos rusos. El pasado 1 de junio, Kiev utilizó 117 drones FPV lanzados desde camiones comerciales en el interior de Rusia para destruir o inutilizar hasta 41 cazas militares de la aviación estratégica, según afirma Ucrania. Los aparatos funcionaron de forma autónoma sin necesidad de piloto gracias a la inteligencia artificial que hizo posible detectar y reconocer los objetivos.

Las autoridades del país invadido han certificado este año hasta 20 modelos de vehículos aéreos no tripulados conectados con fibra óptica, un mecanismo en pleno desarrollo que evita las medidas «medidas de guerra electrónica»- señales de radiofrecuencia que cortan la conexión entre el operador y el aparato. Esta táctica ampliamente empleada por los rusos en el frente. Entre otras mejoras destacan también los sistemas no tripulados marítimos con los que los defensores noquearon a la Flota Rusa del Mar Negro o el incremento de las capacidades largo alcance con drones que pueden trasladarse a más 3.000 kilómetros de distancia. La sargento de las Arpías tiene un carácter amable y explica con certeza todo lo referente a su trabajo. Pero en un momento, hace una pausa antes de admitir que necesita tiempo para pensar. La pregunta no era sencilla.

- La guerra es quizás la experiencia más intensa y única que puede vivir un ser humano. Es un viaje sin retorno ¿Cómo ha sido para ti este camino?

– Esto es la muerte. Me encuentro con mis amigos más a menudo en el cementerio que en un café. Intento distanciarme lo más posible cuando puedo y disfruto de las pequeñas cosas. Pero es muy difícil, tanto moral como físicamente. No se puede explicar con palabras.

Daria encarna a una generación de mujeres ucranianas que han tomado las armas para defender su hogar y su libertad. Con su ejemplo atraerá el interés y servirá de inspiración para muchas jóvenes. Su consejo para ellas es que «sean fuertes, que aprendan a protegerse. Deben analizar con cautela la situación y escoger siempre el lado del bien».